A pesar de las negociaciones en curso para una tregua, Rusia llevó a cabo un ataque masivo este viernes, lanzando 58 misiles y 194 drones contra infraestructuras de energía y gas en varias regiones de Ucrania. El ministro de Energía ucraniano, German Galushchenko, denunció que estos bombardeos están dirigidos a afectar suministros esenciales como electricidad y calefacción, perjudicando directamente a la población civil.
“Rusia intenta dañar a los ucranianos bombardeando las instalaciones de producción de energía y gas, sin abandonar su objetivo de privarnos de electricidad y de calefacción”, afirmó Galushchenko en un comunicado en Facebook.
La fuerza aérea ucraniana reportó haber derribado 34 misiles y 100 drones, además de haber desplegado aviones de combate franceses Mirage por primera vez para contrarrestar el bombardeo ruso.
En relación a los daños en el suministro de gas, el presidente de la empresa pública Naftogaz, Roman Chumak, indicó que los ataques causaron daños significativos en las infraestructuras de procesamiento de gas. “Los trabajos para mitigar los efectos del ataque y la evaluación de daños están en marcha”, aseguró Chumak, quien destacó que este es el decimoséptimo ataque ruso contra sus infraestructuras desde el inicio del conflicto.
En la ciudad de Kharkiv, el alcalde Igor Terejov informó que un ataque ruso alcanzó una instalación de infraestructura civil, dejando cuatro personas heridas. Las operaciones de búsqueda y rescate continúan, con una mujer rescatada de entre los escombros.
El gobernador de la región, Oleg Synegubov, también reportó que un ataque impactó en una empresa privada, incendiando vehículos y causando hospitalización a dos personas.
Además, el servicio de emergencias de Ucrania indicó que un bombardeo ruso dañó infraestructura crítica en la región de Odesa, aunque no se registraron heridos.
Estos ataques se producen en un contexto de alta tensión internacional, tras una cumbre de emergencia de la Unión Europea, donde los líderes discutieron la necesidad de reforzar la defensa europea ante el temor de una posible disminución del apoyo de Estados Unidos a Ucrania.
El secretario del Departamento de Estado de EE. UU., Marco Rubio, también abordó la situación, describiendo la guerra en Ucrania como un conflicto indirecto entre Estados Unidos y Rusia. Rubio instó a la necesidad de negociaciones directas entre ambas partes para alcanzar una resolución pacífica.
Con el conflicto en curso, la situación humanitaria en Ucrania sigue deteriorándose, mientras la población enfrenta las consecuencias de los ataques a la infraestructura esencial.
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